segunda-feira, julho 10, 2006

¿Y dónde estará el hijo? Crónicas de la Terra Nostra. Crónicas de Altai

Caminamos rumbo al Parque Fundidora. Al otro lado de la calle Madero, baja un párroco por las escalinatas de la Iglesia. Altai lo ve y dice:
-Mira, el padre... ¿y dónde estará el hijo?
-No sé, ¿le quieres preguntar? -respondo-.
Duda, pero señala que sí, con la cabeza; entonces, cruzamos la avenida, llegamos con el cristiano y le digo:
-Padre, buenas tardes, sería tan amable en contestar una pregunta, la niña quiere preguntarle algo. El padre se saca un poco de onda pero accede, se dirige cómplice, a Altai, diciéndole:
-A ver niña, ¿qué quieres saber?
Y Altai se suelta, duro y a la encía:
-¿Padre, dónde está tu hijo?
El padre pone cara de ipero que ocurrentes! Me ve a mi, luego al cielo y, finalmente, fija la vista en Altai, diciéndole:
-Yo no tengo hijos, o más bien ¡tengo como veinte! ejem, ejem; mira, preciosa

-déjame te explico- todos los niños y niñas son mis hijos. Al tiempo que dice las palabras anteriores, toca cristianamente la cabeza de Altai y me mira ecuménicamente a los ojos, como diciendo: "Lleguénle, vayan a ver si ya puso la marrana".
Seguimos rumbo al Parque Fundidora.



1 Comments:

Blogger SOLERA said...

jajajajajajaajajajajajaajjajajaaj

2:37 AM  

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