terça-feira, outubro 11, 2005

No olvides el Korazón de Luz ni el Júbilo de tu Gente. El júbilo... El último de Los Paurakes de a deveras. Notitas Musikales de Fin de Milenio Pasado

El abuelo nombrado por la nación mexicana "Cristóbal López", el último de los Paurakes, no quería morir. Mamá cuenta que le decía lo siguiente: “no me cierres la ventana, déjame ver la luz del día”.
Recuerdo que en esos días del fin del mundo le canté las estrofas de uno de sus corridos preferidos y suspiró. Suspiró como si hubiera tomado aliento para extender un par de años más su largo viaje de los siglos:

Ya no vuelve a su pesebre
Mi fiel caballo no vuelve no
Ya no relincha de gozo
Como cuando alguien lo acarició.

Y por este mismo tiempo
Ya van dos años que ayer cumplió
Cuando una terrible peste

En el potrero lo revolcó.

Y tiró un suspiro largo
Como una piedra se endureció
Pobre mi caballo bayo
Como he llorado cuando el murió (...)

Al hacer un hoyo grande
Al enterrarlo pena me dio
Y yo con el alma herida
Le dije: “Bayo: Dios te llevó”.

Desde que se murió me he preguntado por qué no le canté con tiempo más canciones. Tal vez hubiera podido vivir por lo menos otra estación.
[Gente Pájaro con Corazón de Lux, Metafoto by Paurake en base a petroglifo de Phoenix, Arizona, enviado por Chamanas Kahuiltecas del Sur]